martes, 2 de septiembre de 2008

Gilda















No, no es que me haya convertido en gato, es que Gilda, la gatina de mi abuela, ha decidido que mi cuna es el mejor lugar para dormir de toda la Retuerta. No sabemos por qué, aunque barajamos algunas hipótesis: 1) Me echa de menos y va buscando mi olor (poco probable, porque cuando estoy ahí me evita a toda costa); 2) Tiene envidia de que yo tenga cama propia y ella una caja debajo de la cama ; 3) Me tiene manía y quiere llenarme de pelos el edredón; y 4) Justo donde está la cuna es un punto de convergencia de fuerzas electromagnéticas a las que los gatos se sienten atraídos.

Este fin de semana voy a Asturias, a ver que hace cuando yo esté dentro de la cuna.

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