Aprovechando la Semana Santa aquí en León, a petición de mis padres y en contra de toda la familia Rodríguez, me puse en manos de mi estilista para cortarme el pelo. He aquí el resultado: de las greñas al "look marine". (Lo de los coloretes es del aire de nieve que hemos tenido toda la Semana Santa).
Me han salido los dientes de arriba y he incrementado mi repertorio de monadas varias. Corro que me las pelo detrás de la gata y he conocido a mi tía Sara.
La gente de León barre para casa y dice que cada vez me parezco más a mi madre cuando era pequeña, parece que la hegemonía de la genética Castilla-Varela esta decayendo. Y además se me está poniendo una cara de trasto (ya sé lo que son las rabietas cuando no me dejan hacer lo que quiero)
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